miércoles, 1 de julio de 2015

¿Droga, Alucinógeno o Psicotrópico? ¿Cual es el termino correcto para denominar la medicina Sagrada Ancestral? Cuarta parte de Yopo la molécula de Dios.

Cuarta parte:

El término moderno correcto para describir a esta planta sagrada de poder o de su preparado es: ENTEOGENO: sustancia que estimula el misticismo generando una alteración de la percepción o mejor dicho un estado modificado y ampliado de la conciencia. Este término deriva del griego ENTEOS que significa (tener a Dios dentro de si) y el termino GENOS que se puede traducir como nacimiento o despertar a. Entonces podemos decir que el significado de etimológico de esta palabra es dar nacimiento o despertar al Dios que está dentro de nosotros  o empezar activar la divinidad que somos cada uno. Los enteógeno generan cambios cualitativos en el orden perceptivo y en la visión de hechos pasados y presente. Por todo lo antes dicho bajo ningún concepto es admisible la denominación de las plantas sagradas como alucinógeno o droga pues estos termino son imprecisos peyorativos y denota un completo desconocimiento e ignorancia de las experiencias con estas plantas o sustancias enteógenas. El calificar a las plantas maestras de poder como: El Yopo, Ayahuasca, peyote, San Pedrito, etc. Como drogas o alucinógenos, demuestra una profunda ignorancia, dogmatismo y atavismo intelectual.
Los enteógeno nos llevan a niveles de conciencia superiores, generalmente velados, al despertar de una conciencia divina que yace dentro de nosotros, nos lleva a un viaje por diversos estados de conciencia y amplias posibilidades. La significación sapiencial que muchas culturas tradicionales y grandes científicos y pensadores contemporáneos han conferido a estas experiencias enteógenas está justificada y abalada por la visión modificada y ampliada de la realidad en la que se revelan perspectivas latentes y ángulos no advertidos por la conciencia ordinaria; sucede lo mismo en la ampliación de las riquezas psicológicas e introspectiva de una experiencia que libera áreas anímicas de muy difícil acceso para la conciencia común. En base todo esto podemos definir a los enteógenos como las sustancia vegetales, o un preparado de ella con propiedades que actúan sobre el sistema nervioso central activando funcionamientos extraordinarios que provoca un estado modificado y ampliado de la conciencia; utilizados en un contexto mágico-espiritual, religioso y ritualistico  siempre bajo la dirección u oficio de un shaman (sanador holístico tradicional) y también son utilizada con fines de salud por la medicina moderna en base de los estudio hechos a la medicina ancestral tradicional. Estas sustancias vegetales enteógenas extraídas de plantas maestra o sagradas, plantas de poder,  no deben ser empleadas fuera de su contexto ancestral tradicional fundamentados en protocolos sapienciales empíricos abalados  por una sabiduría milenaria. Mucho menos deben ser utilizados para usos recreativos o lúdicos.
El termino enteógeno es un neologismo creado por un cuerpo multidisciplinario de pensadores, científicos e investigadores; y fue recogido por primera vez en el año 1979 en un ensayo científico abalado por las academias de las ciencias, luego fue tomado por el libro “El Camino a Eleusis” en el cual se explica que los orígenes de la cultura occidental: su filosofía, religión, sabiduría, ciencia, política y sus artes están íntimamente relacionadas con el uso de las sustancias enteógenas. Estas investigaciones de grandes científicos abalado académicamente y financiado para realizar sus estudios por los grandes  centro de poder mundial nos lleva a la conclusión que no se trata de un descubrimiento del uso de las sustancias enteógenas si no de un redescubrimiento de las mismas pues en todas las culturas y en todos los tiempos ha existido su empleo, tratando de conservar la exclusividad para grupos elitescos que controlan el poder político, religiosos, económico y cultural. Cabe resaltar que los grandes renacimientos científicos, culturales y espirituales siempre han estado ligado al uso de sustancias enteógenas, aunque también es cierto que esta verdad es deliberadamente velada a las masas.
El YOPO, la molécula de los Dioses, reprogramadora de nuestro ADN, produce una ausencia del tiempo, nos lleva a la aceptación de la coexistencia de los opuestos como la vida y la muerte, el bien y el mal, aun conocimiento  que la vida continua mas allá de la muerte, a reconocer la unidad básica de todo fenómeno y aun sentimiento de que la vida, el amor y la sabiduría, permean toda la existencia. Esta molécula, íntimamente relacionada con la inteligencia total, goza del más profundo discernimiento capaz de otorgar a los experimentadores con sustancias enteógenas el viaje que ellos necesitan y no el que ellos quieren tener.

                            Ensayo escrito por el Chamán Iwishin Nelson Perozo.  


1 comentario:

  1. MUY INTERESANTE Y MUY NECESARIA PARA LA HISTORIOGRAFIA INDIGENA, QUIENES FUERON CALUMNIADOS Y SATANIZADA SU RELIGION POR LOS CONQUISTADORES Y CRONISTAS ANTIGUOS. CON ESTA EXPLICACION SE HACE MAS VIABLE EL ENTENDIMIENTO ACERCA DEL USO DEL YOPO EN LOS RITOS SAGRADOS DE NUESTRAS ETNIAS, PUES LOS HISTORIADORES COLONIZADOS HAN SATANIZADO SU USO Y ACUSAN A LOS MOJANES Y PIACHES DE VICIOSOS

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