miércoles, 1 de julio de 2015

Sustancia activa del Yopo y el estado superior de conciencia.(Ultima parte de Yopo Molécula de Dios)

Ultima parte:

La sustancia activa del yopo es producida también de manera natural por nuestra glándula pineal que se encuentra en nuestro cerebro; Pero debido al atrofiamiento de la misma causado por un estilo de vida inapropiado: mala alimentación, el estrés y un sin fin de malos hábitos que nos separa de una vida natural y armónica. Esta gandula es el eslabón perdido  en el proceso evolutivo de los seres humanos, su activación puede llevarnos a estadios superiores y desarrollo de nuestro poderes latentes,  la pineal es la glándula superior del poder mental y espiritual, es la que produce la sustancia que activa nuestro chacra superior o de mil pétalos  como los indica la medicina ayurvedica.        
 Científicamente está demostrado  que El YOPO activa los nexos entre ambos hemisferios cerebrales, aumenta los niveles de serotonina neurotransmisor relacionado con los estados de ánimo, también activa la persecución sensorial y las funciones cognitivas superiores. Además está demostrado que la experimentación con las sustancias Enteógenas y más específicamente con el Yopo otorga herramientas para que la persona vaya alquimisando y trascendiendo en su vida diaria los desequilibrios y patologías en una vida más armónica, sana y plena; concientizándonos en que esto se logra mediante la liberación de perjuicios, falsas creencias, dogmatismo, paradigmas y programaciones erróneas que pretenden esquematizarnos; diciéndonos que es bueno, que es malo, que es correcto y como debemos vivir según una doctrina o convencionalismos “morales” que no es que sean malos por si mismo, pues cumplen la función de regular las relacione sociales y la convivencia evitando el caos y el anarquismo, pero que se vuelven un anacronismos al olvidarse que  las principales características del ser humano es el cambio, la evolución y que lo que ayer fue bueno hoy puede no serlo; que lo que puede ser apropiado para una cultura o civilización puede no ser lo para otra; esto también es aplicable a las personas. Por lo tanto pretender homogenizar a la humanidad coartándole su principales atributos que son el cambio, la evolución, la diversidad y el ejercicio de su libre albedrio es una pretensión diabólica, castrante y esclavizarte que por medio del miedo y la culpa crean unos seres infelices, y por ende una sociedad infeliz y enferma. Es pues mediante la verdadera libertad, la evolución, la tolerancia y el perdón, en primer lugar a nosotros mismos y luego al prójimo, que se logran mayores niveles de felicidad y plenitud. Pero todo esto debe estar fundamentado en que asumamos nuestra responsabilidad. La experimentación con estas medicinas enteógenas como el Yopo nos abre el camino a esta sanación holística. En nuestras sociedades enfermas de adicciones, miedos, culpas y comportamientos compulsivos como el neurótico, que solo buscan llenar un vacío interior relacionado con el desconocimiento de nuestra esencia superior y una vida volcada a la satisfacción de los sentidos; la solución radica en buscar dentro de nosotros mismos esas potencialidades para saciarnos y sanarnos mediante el rencuentro y reconexión progresiva con nuestra Esencia. El yopo nos sana al mostrarnos la totalidad de nuestro ser logrando el reconocimiento y reconciliación de los opuestos buscando la armonía no la guerra para someter o eliminar. Esto se logra mediante el perdón y la liberación de culpas que nos atan, esclavizan, traumatizan y condenan. Solo reconociéndonos holísticamente lograremos romper las cadenas y poder pasar a un estado superior de Libertad Responsable encontrando mayores niveles de paz, felicidad y plenitud. Para lograr esto es necesario aplicar la Filosofía  griega: “Unir el arquetipo Dionisiaco con el de Apolo”,  esta  recomendación la hice en el ensayo “Ayahuasca, el eslabón perdido” y la hago nuevamente, pues la reiteración no desgasta la importancia, la valides y la necesidad de poner en práctica esta máxima de la Sabiduría Griega.       
Dionisio: representa nuestra esencia Divina creadora esencialmente entusiasta cambiante y evolutiva dispuesta siempre a disfrutar, experimentar, gozar y vivir intensamente el aquí y el ahora;  lo que somos y lo que tenemos.
Apolo: implica orden, disciplina, procedimientos, convencionalismos y protocolos, sacrificio y esfuerzo merecedor, responsabilidad, el necesario desarrollo y perfeccionamiento de las artes como medio para merecer y alcanzar la Justicia y la dignificación. 
Los enteógenos son la salvación para una humanidad que marcha a su destrucción por poner todo su esfuerzo y esperanza en la materialidad equivocando su razón  de ser, pues ésta es fría, cambiante y perecedera. Podríamos decir, incluso, que es ilusoria, y por consiguiente quien ponga todo su amor y esperanza en ella está condenado irremediablemente a la desarmonía, al sufrimiento, el dolor y la frustración. Los enteógenos despiertan en nosotros lo transcendente lo infinitamente evolutivo y lo eterno; esto es la esencia de nuestro ser Divino que nos permite disfrutar la materialidad desde una perspectiva superior sin apegos y con mucha sabiduría.
El YOPO es una de las medicinas sagradas y ancestrales de mayor poder que guarda las claves para activar los códigos secretos de nuestro A.D.N y así poder transitar la senda del nuevo amanecer de la humanidad.
Ten valor y atrévete a formar parte de los pioneros que la transitaran.
                                         
                                      Ensayo escrito por el Chamán Iwishin Nelson Perozo.  

                           

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