miércoles, 2 de marzo de 2016

Reflexiones del shaman Iwishin Perozo

Reflexiones del Shaman Iwishin Perozo III

Suelo preguntar a los participantes en mis ceremonias de Medicina Ancestral Yopo, su opinión sobre que es una ceremonia Ancestral, y luego de escuchar sus valiosas opiniones, les explico que una ceremonia de medicina Ancestral, cualquiera de ellas: Yopo, Ayahuasca, San Pedrito,  Peyote, Ska María Pastora, Dada, entre muchas otras más, se trata de un acto de sacrificio y ofrenda, pero no cualquier tipo de sacrificio y ofrenda, sino una de tipo superior e integral en la que se ven involucrados todos los aspectos de nuestro ser.
 Comienza por el reconocimiento consciente o inconsciente de que necesitamos algo: sanación, liberación, conocimiento, o la necesidad de adentrarnos en el misterio.
Segundo para poder participar en ella debemos hacer un justo aporte monetario (dinero) que representa nuestra energía con el que podemos pagar para cubrir nuestras necesidades básicas, saciar el disfrute de nuestros sentidos, complacer a nuestros egos y apegos; por todo esto dar el justo aporte para poder participar de una ceremonia ancestral representa el más genuino sacrificio que da merecimiento y dignidad al participante.
 Luego se suma a este acto, tener que sacar el tiempo necesario, que por lo general es en fin de semana y de noche, dejando de lado la comodidad y el confort, a demás de estar dispuesto a pasar una noche en vela; todo esto y muchos otros aspectos relacionados con la ceremonia, en si mismo representa un acto de sacrificio y ofrenda holístico de primer orden a través del cual se busca llamar la atención de los mundos espirituales y del Dios Padre-Madre de la vida para que nos dispensen su gracia, bendiciones y favores para poder seguir transitando nuestra senda evolutiva de una manera más satisfactoria y digna.
Es importante señalar que la participación en este tipo de ceremonias de sacrificio y ofrenda, no es todos los días, ni todas las semanas, ni necesariamente todos los meses; es decir que las personas que quieran participar pueden disponer el tiempo necesario para hacer los preparativos pertinentes en el orden físico, vital, emocional,  mental y espiritual que le permitan concurrir de manera satisfactoria a un encuentro, en primer lugar consigo mismo y con los ámbitos espirituales para dar un impulso a nuestra evolución espiritual y poder lograr aportes que mejoren la calidad de las experiencias en nuestro transitar por esta vida.
Debemos dejar claro que este tipo de experiencias transcendentales no son para todo el mundo; es necesario que quienes se acerquen a este camino iniciático lo hagan porque sintieron el llamado desde la esencia de su real ser, porque sienten una inconformidad con el orden establecido y desean avanzar a estadios superiores.
 Luego de cumplir con este requerimiento de merecimiento y vocación, el ritmo con el que se adentra cada quien en esta maravillosa senda es muy personal y estará determinado por su actitud y disposición a dar lo mejor de sí mismo y a sacrificar algo de lo transitorio y vano por lo sublime y eterno.
Lo más importante no es disponer de los medios, lo realmente determinante es tener la vocación para poder vivir la experiencia a plenitud y poder sacar el aprendizaje necesario para seguir avanzando, pues esta vocación está dada por el grado evolutivo de las almas y nunca podrá comprase; pero una cosa es bien cierta, si realmente existe esta condición evolutiva, también existen las capacidades y dones necesarios para satisfacer todo cuanto sea preciso para continuar obteniendo la iluminación que nos permita seguir escalando en la senda evolutiva.
Saludos Fraternales Hermanos.
Shaman Iwishin Perozo.

Venezuela, 01 de Marzo de 2016.

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