Chamanismo y Curación.
Para lograr el proceso de
Sanación en la medicina Ancestral Chamánica es de suma importancia la vida interior del
paciente y la del sanador; hay que tomar en consideración una variedad de
niveles, planos o dimensiones de la realidad del ser humano que participan en
el proceso de la enfermedad y por consiguiente en el de la sanación.
El ser humano es una entidad septenaria, es decir está constituido por 7 Cuerpos.
Tenemos la Triada
o Yo Superior constituido por:
La Voluntad o Espíritu.
Mente Intuitiva
Mente Creativa
Luego el cuaternario o yo inferior; son cuatro cuerpos en evolución formados por:
Cuerpo mental inferior o egoísta – conocido también como
cuerpo psíquico funciona en base a Paradigmas e intereses <es programable>.
Cuerpo emocional – conocido como el Astral es el mundo Arquetipos de los símbolos e imágenes <es
impresionable>
Cuerpo vital – es mundo de las energías íntimamente
interrelacionado con los cuatro elementos de la naturaleza <es
re-potenciable>
Cuerpo físico – es el órgano receptor de la dimensión
material <es sustentable>
Estos cuatro cuerpos constituyen el cuaternario o yo inferior
en pleno proceso evolutivo.
En la medicina Ancestral es de vital importancia tener conciencia de las diferentes dimensiones de existencias de un ser, y su conectividad e interacción con un conjunto de entidades y fuerzas omnipresentes.
En el Chamanismo la sanación es un ejercicio de poder, y el
desenvolvimiento favorable del proceso sanador estará íntimamente relacionado
con la correcta percepción que el Taita pueda captar y formarse de las
entidades y poderes que participan directa e indirectamente en el origen y
causa de las enfermedades y desequilibrios que atraen circunstancias adversas y
experiencias de sufrimiento y dolor; es de esta justa valoración o diagnostico
y de la pericia que el Curaca haya desarrollado para poder intervenir en los
mundos internos, para hacer las correcciones necesarias armonizando o
liberando, según sea el caso; es pues de estas dos habilidades de lo que
dependerá en gran parte el éxito ha alcanzar.
En todo este proceso juega un papel importante la capacidad
del sanador Ancestral de poder escuchar e interactuar con las causas, entes y fuerzas de los mundos internos;
dispuestas siempre a establecer una relación reciproca con aquellos que hayan
desarrollado el poder o capacidad de actuar en los otros planos de existencia
del Ser.
Ahora bien, hay que tener muy claro que el Chamán Sanador
desempeña tan solo una parte relevante en el proceso curador y liberador; como
un facilitador, como un impulsor y orientador en el recorrido del laberinto de
los mundos internos del paciente, donde habitan las causas, brindando herramientas, proveyendo luces y
aportando poderes motrices que animen y catalices el advenimiento de las
realidades deseadas, bien sean: sanación, liberación, protección, prosperidad, armonía, paz, buenas relaciones,
evolución espiritual, felicidad y cualquier otro avance que implique mayor Plenitud
de Vida.
El otro Actor preponderante en la marcha en pos de las
transformaciones armonizadoras de la Sanación es el propio paciente, quien siempre tendrá la
última palabra; pues toda curación, liberación o evolución implica el desapego
o muerte de un ego para poder dar nacimiento a un cambio en cualquiera de los
planos en evolución del ser; bien sea: físico, vital, emocional, Psicológicos o
en varias de estas dimensiones internas. Es necesario que la persona esté
dispuesta a soltar las muletas que de una u otra forma usa para “defenderse” y
sobre todo para justificarse. Esto solo es posible cuando el paciente es capaz
de hacer verdadera conciencia y esté dispuesto a aprender, lo que ese ente
perturbador vino a enseñarle; solo cuando este proceso se lleva a efecto en los
planos internos, podrá prescindirse del maestro, solo entonces la manifestación
desarmonízate se ira de su vida, lográndose el avance evolutivo requerido.
En definitiva en el proceso de sanación, liberación y
evolución que se vive a través de la
medicina ancestral Chamánica es de suma importancia la participación,
colaboración y trabajo activo en los distintos planos de existencia del ser,
tanto del Chamán curador como del paciente.
¡Ten animo y valor atrévete a hacer el trabajo interno para
ser digno merecedor de la liberación y sanación, con su correspondiente
evolución!